ENCUESTA 1

1. ¿QUE VALOR ATRIBUYE A LA COMUNICACIÓN EN SU PROPUESTA, CALIFICÁNDOLO EN UNA ESCALA DEL 1 AL 1O?

M.A. Ettedgui: 10

C. Castillo: 10

D. Barboza:10

T. D'Arago:10

Yeni y Nan: La comunicación en nuestras propuestas se evalúa generalmente según el concepto que desarrollamos. El valor de comunicación es realmente de importancia en nuestro trabajo y lo consideramos calificativo principal en la obra, dándole una pun­tuación de un 8 en una escala de 1 al 10.

C. Zerpa: Indudablemente que le atribuyo un valor de 10; ya que si no hay comunicación o si ésta es poca, mi propuesta la consideraría inexistente. Y si la clasificación en la escala es de 8 a 9 al instante la sometería a ajustes y mejoras para hacer una propues­ta óptima.

M. Zabala: Un computador es un medio que ofrece grandes posibilidades adecuadas a las exigencias de este tiempo. El uso de estos sistemas de representación visual es de gran importancia para el arte, la ciencia, la información, y en otras áreas diversas de la vida del hombre aparece como un elemento innovador para la vida en las ciudades post-industriales. Es un canto nuevo a la máquina.

C. Perna: Al momento de crear: cero Al momento de mostrar: diez

H. Fuenmayor: “...sus propuestas”: ¿propuestas?, no me PROPONGO nada.

“...calificándolo en una escala de uno a diez?”: Carezco de un criterio que me permita formular un juicio preciso acerca de cualquier sujeto en arte, tanto como para que pueda elegir en una escala de valores el grado que considere la medida justa de apreciación.

NO OBSTANTE

“¿Quién soy yo?”, podría ser el sujeto de una indagación condu­cente a una experiencia en el dominio del arte y, en consecuencia, convertirse en objeto de comunicación.

LA “COMUNICACIÓN” ES VARIABLE E IMPRECISA

“El hombre se cree libre a causa de la conciencia que tiene de sus deseos y voliciones pero ignora las causas que lo inducen a desear y actuar”.

La diversidad de opiniones a que ha dado lugar el intento humano de comprender las causas que lo inducen a desear y actuar revela el carácter relativo y variable de la experiencia de la -comunicación», y es aquí donde tal fenómeno manifiesta su mayor potencial creativo. A la “Comunicación” suele confundírsele con el fenómeno de la COINCIDENCIA... pero coincidir no es NECESARIO. La diversidad disconexa de modos de apreciar el arte (¿comunicación?) es saludable, al menos socialmente.

Vidal: 7 1/2 puntos.


Wenemoser: Ayer 0

Hoy 9

Mañana 10

No hay más propuesta


D. Rísquez: 10

P. Terán: En la medida que determino o tengo la intención de ejecutar-presentar una idea, entro en la situación de querer comu­nicar; comunicar es importante. En cuanto al valor que pueda atribuir a ella en la escala ofrecida, me siento incapacitado para señalar un número.

2 ¿SU PROPUESTA PODRÍA SER SINTETIZADA EN UNA O DOS PALABRAS? ¿CUALES SON?


Marco A. Ettedgui: Propuesta sintetizada:

Cada evento es una propuesta. Como considero al arte tradicio­nal absolutamente insuficiente para entablar relaciones en una sociedad como la venezolana, propongo un arte donde el artista es siempre fracción activa de la obra y donde la obra esté com­puesta de un fondo relacionado con la “información concreta extraída de la vida cotidiana en función de mejorar una comuni­dad en crisis”.

La constante de mis creaciones es mi compromiso con la forma y el fondo de la pieza, que la extensión de mi idea quede como una fuerza viva en la que es el mismo artista el comprometido-con-la-obra-con-el-público y por consiguiente con la comunidad.

La obra se estructura partiendo siempre de un caso real ocurri­do (u ocurriendo) en la vida de la ciudad. De eso formulo la idea y sus significados, la comunicatividad y la congruencia; luego, mis pensamientos y propósitos; al final, el lugar. En el resultado: ARTE INFORMACIONAL, el lema es:

acción e información para la comunidad.

arte y comunicación para un público en necesidad.


C. Castillo: Comunica-Acción.


D. Barboza: Vida


T. D'Arago: Mi propuesta, “Es Ideológica”

Yeni y Nan: Imposible. Es una evolución, es el desarrollo paso por paso, son etapas analíticas. Pensamos que el contenido en dos palabras sería nulo.


C. Zerpa: Yo diría que amor y revolución.


Zabala: Cibernética e Información.

El hombre es dominado por la función de la información (en el sentido cibernético de la palabra) convirtiéndose ésta en una especialidad capaz de dar información sobre información, propio de la conciencia reflexiva.

C. Perna: Interacción, proceso, fusión infiltración....


F. Fuenmayor: ¿Propuesta?, no me propongo nada.

PERO

La voluntad de no proponerse nada es contradictoria; sobre todo cuando el resultado de dicho esfuerzo es un producto mate­rial, un conjunto sensiblemente materializado de códigos.

PERO ENTONCES

La voluntad se agota en la contemplación de sí misma; a través de la superficie se aprecia el fondo: NO ME PROPONGO NADA.

La síntesis: ¿INDAGACIÓN?


J. Vidal: Palabras de Arte


Wenemoser: Alfa y Omega

D. Rísquez: Libertad Artística

Pedro Terán: La pregunta lleva a pensar que se busca una respuesta específica y a priori se establece la existencia de una propuesta. ¿Cuál es esa propuesta?, ¿la conoce quien pregunta? Asumiendo la existencia de “una propuesta”, podría decir que ella tiene que ver más con la ideación total de mi trabajo que con un determinado momento en él.

Totalizando -¿sintetizando?- estaría dispuesto a decir que en mi caso existe una producción que desde sus principios apunta hacia un alejamiento de la dicotomía PINTURA-ESCULTURA. Ex­tendiéndome a más de dos palabras podría sintetizar una preocu­pación actual: el triángulo PUBLICO-ARTE-ARTISTA.

3. DENTRO DE SU PROPUESTA, ¿COMO ENTIENDE LA CREA­CIÓN DEL CÓDIGO? ¿COMO AL ESPECTADOR? ¿COMO EL FENÓ­MENO DE LA DECODIFICACION POR PARTE DE ESE ESPECTA­DOR?

M.A. Ettedgui: ¿Cómo entiendo la creación del código?: suman­do realidades, restando cosas ficticias y multiplicando por el número de posibilidades de efectos comunicacionales.

¿Cómo entiendo al espectador?: es el fin de mis trabajos. No quiero espectadores, quiero ciudadanos, humanos, habitantes. Cuando el público es espectador lo clasifico por su “primera asistencia a la obra”, deja de serlo en su segunda presencia para una pieza siguiente.

¿Cómo entiendo la de codificación?: es inevitable. Sucede. Aun la huida del recinto, o el rincón, o el garaje, es una decodificación. En mis obras no se limita a alcanzar el nivel de decodificación sensorial sino al de la decodificación significativa, con sentido, pero a través del choque de esa información rea! con el modo de vida del ciudadano. Creo llegara un proceso de significación cuya meta última es crear ideas privadas de una imagen social específi­ca. El ciudadano logra decodificar y asimilarla como las sales de la tierra en ¡a planta, y en él produce referencias con las relaciones de la Economía, Política, Religión, con su mundo particular. Partien­do de concepciones gestuales y lingüísticas -medios primeros inherentes al hombre, a su ser, no a su extensión- incito a decodificar modelos de contenido práctico: “aprender a conocer la personalidad de nuestro presidente”, “solucionar el tráfico en Caracas”, “modificar la condición deteriorada de los artistas en Venezuela”, “teorizar las funciones del arte en nuestro días”, “cele­brar actos sociales en fechas de carga interpretativa como el Día de los Enamorados o cumpleaños de amigos”.

C. Castillo:


...del código... Tratando de llevar a cabo, a través de la Comunica/acción, el anhelo de la tan maravillosa si­tuación de la Comunicación. Yo creo la posibilidad inmediata a esa ideal-situación.

...espectador... Utilizando a las personas en sí, como sujetos actuantes para crear la codificación; de forma tal que la reunión de los códigos, o su dispersión estriba en la participa­ción de un espectador que crea a su vez la acción misma.

...decodificación... Siendo el espectador el código (y dada la multiplicidad de ellos) la lectura decodificadora se plantea en su doble vertiente: de “en-sí y para-sí”.

D. Barboza: Pienso que existe una nueva actitud creativa a partir de la cual creo mis Poemas de Acción; en mis poemas de acción no existe la participación ni el objeto tradicional de arte, todo en mi trabajo se reduce al hecho de obsequiar al público con los elementos que confecciono. Estos, en manos del público, constituyen el poema de acción que se va creando y recreando en la imaginación de la gente, los cuales constituyen mis semejantes en una ficción de futuro, en espera de un mundo unido a través de la comunicación y la creación. La decodificación a la que se refiere la pregunta, en el caso de mi trabajo, se sucede única y exclusiva­mente en la imaginación de todo el que participa o ve.

D'Arago: El código se va creando a través del estudio, la investigación y maduración de la obra, además del contacto vivencial indispensable, que es lo que puede permitirnos volver a intuir. Quiero que el espectador se renueve, para que sea capaz de pensar, sentir y vivir como lo que es, también un creador. El fenómeno, como tal, requiere de su tiempo y de su espacio para ser decodificado.

Yeni y Nan: Es difícil codificar un contenido de una acción. El lenguaje de codificación por parte del espectador se logra según la posición de receptividad que logre cada individuo, en un lenguaje de entendimiento.

C. Zerpa: Los códigos son creados en base a un estudio de la situación real a presentarse estructurando los símbolos y los es­quemas a seguir.

Al “espectador” lo entiendo y acepto como un elemento pronto a hacerse partícipe; esta participación varía en relación al trabajo a presentarse y a la persona que va a verlo.

La decodificación por parte de los espectadores es un hecho; ya que los símbolos, materiales, propuestas, acciones y elementos que les presento son también un “lugar común” para ellos.

M. Zabala: La obra exige el proceso de reconstrucción visual por parte del espectador durante el tiempo de la percepción.

C. Perna: Creación del código: a lenguaje nuevo, alfabeto nuevo (tanto en recursos como en con­ceptos).

Espectador: receptor; el artista comunica a un tipo de inteligencia y de sensibi­lidad; lector.

Decodificación: el espectador enfrenta su “experiencia particular” a través de sus “lecturas” guiadas por su trasfondo psicológico, inteligente y sensible. Decodificar no es aspecto único, hay la experimentación y la vivencia de los hechos artísti­cos no convencionales que anu­lan al espectador para dar vida al ser copartícipe, a la experiencia corporada.

H. Fuenmayor:

a) Aunque en arte nada ocurre por azar y hasta la presencia de lo aleatorio es determinada de antemano, la generación del código es un proceso impredictible en su forma. Si de algún modo puede caracterizarse la creación del código es como imprevisible. El surgimiento del Principio Creativo tiene lugar como una conjugación de fuerzas que escapan a un escruti­nio exhaustivo. El más profundo seno del “alma” humana es casi inexplorable.

b) Quienquiera que perciba lo que se haya generado de los procesos creativos de un artista puede sentir que es un arsenal latente de significaciones no contempladas originalmente en el trabajo. Una vez fuera del “taller”, el trabajo deja de “pertenecer” a quien lo ha creado.

c) Coincidir es estáticamente grato; “no entenderse” lo hace todo posible.

J. Vidal: Las investigaciones que me propongo son eminente­mente comunicacionales. Por ahora trato de romper con el esque­ma lineal-horizontal de la comunicación tradicional emisor-mensaje-receptor. El emisor (artista) no debe tener la verdad de los códigos para transmitir un mensaje. El mensaje no es un pre-concepto del artista, sino búsquedas que se deben plantear a la vez el artista y el espectador (receptor). En el encuentro del mensaje durante el proceso artístico estará el triunfo de mi pro­puesta y llegaríamos a una verdadera comunión comunicacional, casi ideal, casi utópica, pero no por eso descartable y fatalista. De esta manera me propongo el esquema de comunicación:

Emisor —> mensaje <— Receptor

Wenemoser: La creación del código es la experiencia del “espectador” mismo, él la configura y reflexiona.

P. Terán: Si dentro de mi expresión artística actual la foto instantánea es considerada como el código principal introducido en ella, debo admitir el carácter limitante del mismo. Por ello, precisamente, trabajo actualmente en la introducción de nuevos códigos que permitan el enriquecimiento de m¡ discurso artístico. La creación de estos nuevos códigos obedece a una necesidad expresiva y su génesis no es fácil de determinar; pero sin duda se originan en un caos que la necesidad expresiva lentamente pone en orden.

¿El espectador? “Cada uno un artista”, es una formulación de Joseph Beuys donde la concepción del arte no se limita a ser el producto de un grupo de profesionales especializados. El especta­dor es de suma importancia para mí: “...no soy, no hay yo, siempre somos nosotros...” dice Octavio Paz. A través de mi trabajo, en el cual se busca estimular la gama de los actos subjetivos del especta­dor, éste tiene una participación real. Mi trabajo, al ser experimen­tado por el público, deja de pertenecerme y vive en su mente.

¿La de-codificación? Mi trabajo no es una imposición; es un estímulo para aumentar la participación creativa del espectador y como estímulo sólo necesita ser reconocido. ¿Entender? Claro está que una familiaridad con el arte contemporáneo es deseable pero no todos debemos ser “entendidos”.

4. ¿CREE QUE EL NIVEL DE COMUNICACIÓN, DE PARTICIPACIÓN, DE DECODIFICACION DEL PUBLICO, EN LAS LLAMADAS ARTES NO-CONVENCIONALES, EN NUESTRO PAÍS, ES SATISFAC­TORIO; ¿POR QUE?

Marco A. Eteddgui: Si son artes realmente no convencionales (revolución de definiciones, formatos, uso y utilización, objetivos, visualización y otras percepciones, respuestas, modelos de emo­ciones en el artista y público como elementos de revisión en mi arte) el nivel de comunicación, participación y decodificación es siempre variable. Matemáticamente ubicar un nivel para la res­puesta en estas manifestaciones no es sano porque caeríamos: a. en un convencionalismo de la percepción; b. algo más positivo, un análisis científico y metodológico de la percepción del hombre ante este arte. En mi caso la reacción del público es inherente al estímulo que lanzo, depende de mi capacidad de comunicación que el espectador pueda fundar un modelo de emisión a partir del mío, que se reformulen conceptos básicos simples (esta es mi única herencia del Conceptualismo, no soy un conceptual, soy un comunicador, informador), sentidos estéticos y otras reacciones que a mis causas se determinen.

C. Castillo: ...No, no lo creo... no sé, es... no es fácil… aunque....

D. Barboza: No creo que es insatisfactoria, está en proceso, todos los artistas de las llamadas artes no-convencionales trabaja­mos con nuevos lenguajes, por lo tanto es necesario formar un nuevo tipo de público para este nuevo arte.

D' Arago: Sí lo es, pero el lenguaje debe ser universal, no local. Mi experiencia es satisfactoria, se produce lo que deseo, que la gente piense. El público es más receptivo de lo que prejuzgamos.

C. Perna: Cuando hay las oportunidades el público participa, pero dista de ser satisfactorio. Hay grandes restricciones de la información. No hay investigadores y estudiosos que siguen el proceso vivo del nuevo arte. No hay una publicación que registre, divulgue y comunique. La TV se interesa por otras cosas. Todo esto no afecta solamente el público sino a la formación de artistas jóvenes.

Yeni y Nan: No es satisfactorio, sólo en una minoría. Las personas que realmente concientizan las propuestas son de un círculo reducido, generalmente es una élite.

Pensamos que esto se debe en gran parte a la falta de informa­ción.


C. Zerpa: En la mayoría de los casos, cuando los trabajos son realizados por artistas no-convencionales de envergadura, sí son satisfactorios los resultados.

Cuando el trabajo artístico es realizado por gente con poca seriedad o por los nuevos “paracaidistas del arte no-convencional” el nivel de satisfacción no se produce.

Otros problemas se dan cuando los artistas (aún siendo muy serios) no estructuran bien sus propuestas o éstas son completa­mente abstractas.


H. Fuenmayor: ¿QUE ES ARTE?

“...la palabra 'arte' me interesa mucho. Si proviene del sánscrito, como he escuchado, significa 'hacer'. Hoy todo el mundo hace algo y quienes hacen cosas sobre una tela enmarcada son llama­dos artistas. Antes les llamaban artesanos, un término que prefie­ro...”.

Marcel Duchamp


“...el origen de la obra de arte: la emoción de lo bello”.

Piet Mondrian

“¿Qué es arte?”.

Cualquier artista.


¿QUE ES ARTE “NO CONVENCIONAL”?

El denominado arte “no convencional” es un arte de convencio­nes de uso socialmente restringido. Por pertenecer hoy a pocos (por no ser comprendido o aceptado) el carácter de sus conven­ciones resulta cifrado. Pero con el tiempo, como siempre, la ignorancia (prejuicio) y !a intransigencia (conveniencia), cederán el paso y descifrarán el código -para su interés- y el arte “no-convencional” se convertirá en una propiedad intelectual común­mente compartida, es decir, una convención.

¿Entiende Ud. el arte “no-convencional”? Si la respuesta es "no”, la denominación es coherente. Si la respuesta es “sí”, ¿por qué se empeña en denominarlo “no-convencional”?

Desconozco la opinión pública en una medida estadísticamente justa que me permita determinar si el nivel de comunicación, participación, de-codificación del público en las llamadas artes “no convencionales” en nuestro país es satisfactorio.

Por otra parte, no diría que tal actividad desplegada por el Estado a través de sus instituciones revele un total bloqueo o incomprensión del fenómeno “no convencional”; pero todo el impedimento surgido hasta ahora resulta de la inconveniencia que dicho arte representa como promotor de las -políticas cultura­les- del Estado y de intereses de entidades privadas.

Finalmente la denominación “no convencional” surge, además, como el término que cumple la nece(si)dad de la crítica de categorizar la experiencia creativa cuando ésta alcanza su etapa de socialización.

J. Vidal: Si comienzo por mis intervenciones (soy el más novísi­mo de los llamados no-convencionales) diría simplemente que sí. Aunque son más atraídos por los significantes que por los signifi­cados propiamente expuestos. En los performances donde he intervenido como participante de un evento no elaborado por mí (M.A. Ettedgui) la intervención del público es de otro tenor comunicacional. Ettedgui tiene propuestas distintas a las mías. Sin formular una teoría científica al respecto, yo diría que el acerca­miento, la intervención triunfa por los elementos de la novedad. Por la participación activa del público. En mis intervenciones participan con mucha más desinhibición los niños, porque tienen menos prejuicios que los adultos que ven al arte con mayúsculas y encuadrado en marcos rococós y en museos-catacúmbicos donde no se puede alzar la voz ni sonreír, ni divertirse. El arte tiene que ser un divertimento que produzca nuevas sensaciones y acciones mutuas emisor-receptor. Al crearse nuevos elementos, nuevas estéticas, se crea irremediablemente nuevas filosofías. Siendo este proceso recíproco y reflexivo.

Wenemoser: Sí. Pero los artistas venezolanos sufren de un aislamiento nacional, su trabajo no se proyecta suficientemente al exterior. El arte no convencional, las innovaciones, deben mani­festarse a un público y crítica internacional. Al mismo tiempo el público local no recibe suficiente información de actividades de! arte de otros países, charlas y reportajes son esporádicos. Exposi­ciones “no convencionales” con grandes intermedios temporales. Eso confirma la inseguridad y desinterés del público. (¿El prestigio y la administración de los museos no permiten otro modo?). Los espacios requeridos y flexibles, las galerías privadas, cumplen su función y nada más, apoyados muchas veces (Arte para los ochen­ta), mayoritariamente por igual hacia las organizaciones especiali­zadas en vender bien. Y ¿por qué no? Pero ¿el público?

D. Rísquez: No te sabría decir si es satisfactorio o no, y quizás sea lo que menos me interese, simplemente te diré que, al uno plantearse este tipo de lenguaje en nuestro país, realmente está haciendo una labor de pionero y al mismo tiempo tenemos que estar conscientes de que nuestro único aporte es servir de escalón, para que a las futuras generaciones les sea más fácil expresarse.

P. Terán: Para comenzar: “las llamadas artes no-convenciona­les” son tan arte, (si es buen arte), como el “arte convencional” (si es buen arte). Sin embargo, si es que existe un rechazo hacia este tipo de arte por parte de la gente ello se debe a un apego a formas artísticas que le son familiares y básicamente por la falta de libertad en sus vidas. Pero no me cabe duda que el buen arte en “las llamadas artes no-convencionales”, a su debido tiempo, será absorbido por nuestra sociedad.

En lo que respecta al nivel de comunicación, participación y de­codificación, no poseo una realimentación por parte del público sobre las “artes no-convencionales” como para señalar si ese nivel es satisfactorio.

5. ¿PLANTEARÍA ALGUNA SUGERENCIA O PROPOSICIÓN EN RELACION A LA PREGUNTA ANTERIOR?

M.A. Eteddgui: Sugerencias: Está dirigida a la documentación de las artes. El artista puede apropiarse de una sala de institución para aprovechar el presupuesto para documentación. Ello aumen­ta el público, y crea el doble punto de vista por la “representación de la representación real”.

D. Barboza: Creo que las instituciones oficiales, que tan mezquinamente han tratado estos nuevos lenguajes, deberían darnos mayores oportunidades; que nos permitan confrontarnos con el público a otro nivel y prever dotarnos de recursos para poder realizar mayor número de obras de acción.

Yeni y Nan: Sugerimos que cuando se prepare un evento de Arte no convencional, anteriormente a la presentación se informe al público, se guíe para una mejor comunicación.


C. Zerpa:

a. -Sugeriría un mayor estudio del público al cual se le pretende hacer llegar el mensaje.

b. -Un dominio mayor de la simbología a emplear.

c. - El manejo de la técnica y el medio a emplear; estrechamente ligadas al concepto. Porque sólo de esta fusión saldrá una obra válida (sobre todo si “el concepto” se une a la conciencia).


C. Perna: La televisión como recurso de la comunicación artística.

H. Fuenmayor:

a) Realizar un meticuloso trabajo de investiga­ción que ayude a comprender -temporalmente claro está- lo que se quiere significar con “arte no-convencional” en todos sus aspec­tos: individual-creativo, social, institucional...

b) Realizar una encuesta que cubra los más diversos sectores de la población y que permita sentar las bases reales para la forma­ción de un juicio acerca de la opinión pública -siempre mudable- en torno al tema.

Wenemoser: Cooperación con museos y críticos calificados (no galerístas) del exterior.

-Exposiciones de tendencias con mayor carácter informático.

-Subvención del estado y de la industria privada para galerías de información y arte experimental. Ellas podrían presentar los artistas venezolanos en ferias de arte, hacer el contacto con otras galerías y traer artistas de afuera.

-Apoyo financiero para espacios y espectáculos alternativos.

-Edición de revistas y libros.

-Escuela de arte “no-convencional”.

-Un festival anual de arte de vanguardia.

-Invitar (becas) artistas extranjeros al país para trabajar, así se podría lograr un diálogo y se manifestarían otros puntos de vista (para ambos).

-La situación que viven nuestros países es muy particular por la falta de referencias en este tipo de manifestaciones artísticas, situación muy diferente a la europea o norteamericana.

P. Terán: Mi sugerencia estaría dirigida a las instituciones cultu­rales del estado, a las cuales también les atañe este aspecto del arte que se realiza en nuestro país, para que desarrollen los mecanis­mos necesarios para registrar debidamente, proyectar nacional e internacional mente e implementar ayudas económicas a los crea­dores en esta área.

6. ¿COMO ESPERA USTED SER VISTO POR SU PÚBLICO? ¿QUE SIMILITUDES O DIFERENCIAS CREE QUE HAY EN LA RELACIÓN PUBLICO-ARTISTA EN SU CASO Y EN EL DEL CREADOR “CONVEN­CIONAL”?

Marco A. Ettedgui: Como un humano. En mi última propuesta Acto de Inauguración para la exposición de mi amigo Carlos Zerpa determino que no quiero hacer más arte hasta nuevo aviso. Y realmente no quiero hacerlo más por ahora. En estos momentos estoy realizando un diario con apuntes sobre Comunicación, Apreciación Crítica, Lenguajes no verbales, Sociología, que será expuesto hasta el momento de mi próximo evento. Soy un huma­no y no pienso presionarme para cumplir con una exigencia virtual de “ser artista”. Para mí es inútil ahora y me respeto. Me imagino que el creador convencional no se respeta así, está más atado a la forma estética.


C. Castillo: Yo espero no ser visto.

Yo a los vistos los visto! y a los no, también los visto! En mi caso yo paso a ser el público; y el público el artista. En los convencionales, tanto el público como el artista juegan el mismo papel.

D. Barboza: Sí existen similitudes, éstas se refieren al hecho universal -propio de todo creador- de establecer una comunica­ción con sus semejantes. Igualmente pienso que el hecho de denominarnos, a los que hacemos arte de acción, “no-convencio­nales”, implica que los otros son convencionales. Pero esto es absurdo, porque no se concibe que ningún tipo de artista sea convencional.

D' Arago: Yo espero que el público vea mi trabajo y lo sienta con las mismas diferencias y similitudes de cualquier ser humano que sepa asumir que todos somos creadores, ya que el arte es nuestra cualidad. El artista convencional tiene las limitaciones del medio en que se realiza, su interrelación es precaria. Sin embargo creo que todos los medios pueden ser válidos, aunque la utiliza­ción déla pintura y el dibujo solamente se queda en lo estético, en lo epidérmico; sin embargo a ese nivel muchos logran su cometido.

H. Fuenmayor: Ni sé cuál podría ser “mi público” ni me formo idea de tenerlo y, por otra parte, carece por entero de utilidad el dividir a la comunidad creativa atribuyéndole denominaciones fácilmente entendidas como despreciativas para una porción de dicho grupo.


C. Zerpa:

a. -como un comunicador

b. -como un individuo más de esta Sociedad, pero que tiene cosas que decir

c. -como un co-partícipe del caos vivencial

d. -como un militante cultural.

M. Zabala: Mantener un punto de vista es una táctica en una cultura visual que exige coherencia ante todo. El arte debe superar las emociones personales, velar desde una distancia apropiada y manteniendo el plano de ficción pura. Poética del extrañamiento.

C. Perna: “Todo el mundo tiene esa cosa, necesitan verse de una manera, pero sale siempre otra y esa es la que la gente observa”. Diane Arbus.

El proceso del arte es muy lento, su captación toma tiempo. Lo que crea público es la fuerza con que es percibida -la obra- (¿la señal?) por el receptor. El público es heterogéneo; las lecturas son heterogéneas. Las señales con que se anuncian las obras son captadas y codificadas multidimensionalmente. Del creador convencional parece quererse su obra material, polifacética realidad circundante es primerísimo emisor: una cadena de eventos junto con una sucesión de círculos concéntricos. Prensa y televisión son las dos grandes formas de arte contempo­ráneo (palabra e imagen): el público es infiltrado a cada instante con dosis y sobredosis de inconsciente. Los mensajes artísticos son lentos, y “constructivos”, los medios de comunicación colectiva son veloces y agotadores.

Yeni y Nan: Para nosotras es vital la receptividad: lograr la atmósfera de comunicación directa entre el artista que es parte principal de la obra y el espectador (conversación de la obra y el individuo que la percibe).

J. Vidal: Más que visto (ver-mirar) “sentido”. Me gusta sus sensaciones y su búsqueda hacia la acción que refrendará a la palabra, y a la palabra que convertirá a la acción en arte.

El creador convencional considera a su creación como un producto hecho, terminado. Como una obra de arte. Yo no fabrico obras de arte. Se convierte en arte si el público lo considera necesario e incluso útil. El público convencional es más platónico, mi público no-convencional es más aristotélico.

D. Rísquez: Que establecemos nuevos parámetros de lectura, que el público comienza a darse cuenta que el cuadro de “clavito” no es la única forma de expresión ARTÍSTICA.


Wenemoser: Indiferente. No hay diferencia, los dos son artis­tas.

P. Terán: El carácter discriminatorio de la pregunta es lo prime­ro a señalar. Luego no creo tener “un público” y si lo tuviese no buscaría imponerle una visión. En cuanto a la relación público-artista señalaría que busco activar creativamente al público a través de un contacto más directo con él y donde el intermediario tradicional resulta innecesario.

C. Zerpa: En mi caso las fronteras entre el “Arte Convencional” y el arte “No-Convencional” no están del todo definidas... ya que utilizo varios medios de expresión como el dibujo con tinta china o carbón, el collage y ensamblaje, el cine Super 8, los rituales y ceremonias, la pintura, el video, etc.

La relación público-artista se da (en mi caso) como interrelación; el público se hace partícipe-cómplice y se convierte en interlocutor.

7. ¿CUAL ES SU CRITERIO RESPECTO AL ESPACIO EN EL QUE PRESENTA SU PROPUESTA (MUSEO, GALERÍA, CALLE, PLAZA, COLEGIO, FABRICA, ETC.)? ¿EN QUE SITIOS SE HA PRESENTADO MAYORITARIAMENTE?

Marco A. Ettedgui: Espacio:

Mi arte es arte de rincones, no de calle, no de salones, de rincones. La mayoría fueron hechos en garajes y casas particulares y balcones al aire libre. El espectador cambia cuando es tratado en estos lugares. La geografía lo maltrata menos y puede entender de otra manera la obra. No hay un sujeto que hable y otro que responda, ni dos sujetos hablantes, ni dos respondientes, ni una multitud en comunidad; hay un artista que ubica su posición y seres vivos que la presencian y la piensan. Mi arte es para un espectador sensible que piensa, eso es: sensible y que sea capaz de alcanzar el pensar.

C. Castillo: Mientras más sitios y más diversos sean mejor será. Ninguno en especial.

Yeni y Nan: Dependiendo del sitio, y del tipo de público, varía la experiencia. Todo depende del nivel cultural e informativo que posea el individuo. Nosotras hemos tenido varias experiencias en sitios diferentes y, según el público de cada lugar, cambia la actitud.

(Lugares de presentación: U.C.V.; Galería Ángel Bolcán; Galería de Arte Nacional; Sala de la Gobernación; Casa Guipuzcoana; Festivales, Experiencias en Inglaterra).

M. Zabala: En espacios para ser visto más que para ser oído y no sólo observados sino vistos desde un determinado punto de vista, una distancia científica.

C. Zerpa: Esto depende de cuál sea la propuesta, ya que las estructuro en relación al espacio físico y al público al que me voy a dirigir... Pero en realidad es muy importante el espacio en el cual me presento y tengo mis preferencias.

Me he presentado en las Galerías de Arte y en las plazas; aunque en los últimos tiempos he dejado de presentar mi trabajo en la calle por la inseguridad física que esto representa para mi persona a causa de los temas que trato en mi obra.

C. Perna: Las propuestas se apoyan en diferentes medios, juntos determinan la relación espacio-propuesta (foto, video, cine, performance, bellas artes, etc). Las combinaciones múltiples con­dujeron al hallazgo de los espacios alternativos, Creo que es general el deseo de los nuevos artistas de dar signo artístico a sus experiencias en museos y galerías, más que en otros lugares, por la presencia de un público potencial. El nuevo arte tiene una audien­cia captada fundamental mente en museos y galerías. La TV podría extender milagrosamente el nuevo arte. Me he presentado en la vidriera de la librería Cruz del Sur; Museo de Bellas Artes; Galería de Arte Nacional; Museo y auditorio de la Universidad de Bogotá; Sala Mendoza; Espacio Anexo; Galería BANAP; Museo de Arte Contemporáneo; apartamentos de amigos.

H. Fuenmayor:

a) En arte nada ocurre por azar y hasta la presencia de lo aleatorio es determinada de antemano. El ordena­miento del contexto espacial (o social) en el cual se inserta el trabajo es el último, y no por ello el menos importante esfuerzo que realiza el creador en su labor de conversión de intuiciones en códigos o cadenas de códigos. El contexto en el cual se sitúa una obra de arte se convierte en una extensión de la obra y toda variable que se conjugue con ella la cargará siempre de significa­do.

b) En galerías y museos.

J. Vidal: Por mi extracción teatral más que plástica, adoro (con vehemencia religiosa) los espacios convencionalmente teatrales. Tomo lo “convencional” de la acepción e impongo sin rigidez el no con la acción irreverente al espacio mismo. Me gusta un teatro barroco. Un corral shakesperiano. Un teatrillo de un palacio colonial. Me gusta además utilizar esos elementos con la reveren­cia de lo renacentista, con sus iconos y fórmulas, e irreverenciarlos con los “usos”.

Debo advertir que cuando he intervenido en los “performances” de Ettedgui siempre ha sido en garajes, porque él así los concibe.


Wenemoser:

-Museos y galerías permiten una mejor organi­zación y realización del trabajo. Para mis experimentos de percep­ción, ellos ofrecen una cierta neutralidad sin influencias de !o casual. La intención del visitante de una galería o el de un pasante casual ante una obra de arte de la calle, son distintas.

-He presentado mi trabajo en galerías y también abajo de la tierra.

D. Rísquez: Me intereso en distintos medios, desde el teatro, acciones en vivo, cine, escultura viviente, fotografía, fotocopias. Prácticamente para cada medio existen distintas alternativas de espacio. Pienso que el artista debe sobrepasar el problema de dónde se presenta. Me presento en mi taller, galerías, teatros, festivales, cines experimentales y últimamente me ha interesado mucho la calle y las plazas públicas.

T. D'Arago: Todos los medios pueden ser utilizados, con las reservas del caso las galerías comerciales, pero el medio y el espacio más idóneo es el Interpersonal.

P. Terán:

a) El espacio donde presento mi trabajo es de suma importancia para mí, yo diría que en mi caso existe una estrecha relación entre mi trabajo y el espacio. A principios de los 70 realicé una serie de eventos y acciones en las plazas, parques, calles de la ciudad de Londres y la conclusión de esas experiencias es que es importante contextualizar el trabajo. En la calle siempre hay el riesgo de ser considerado “un loco”. En un museo o galería difícil­mente sucedería lo mismo; tal vez digan: "esto no es arte", lo cual sería deseable. Otra conclusión de esas experiencias en Londres: ¿Para qué trabajar en la calle cuando la finalidad buscada son las paredes de un museo o galería? Actualmente presto mucha aten­ción al espacio donde he de presentar mi trabajo.

b) En calles, parques, plazas, ríos, cielos, galerías y museos.